domingo, 17 de junio de 2007

Purificar el cuerpo


Hace unos días una buena amiga me formuló una pregunta: ¿Cómo purificar o "limpiar" mi cuerpo?

No existe una única respuesta que sea eficaz. Tal vez uno mismo sea el que sepa encontrar esa respuesta a través de los elementos que la naturaleza nos provée.

Elementos TIERRA y AGUA
Quizás la manera más conocida a través de este elemento sean los baños de lodo (barro) que se hacen mezclando arcilla con agua. Se consigue una buena limpieza si cuando estás tumbado recibiendo el baño (se embadurna todo el cuerpo) estás relajado y dejas que tu mente se sintonice con el elemento Tierra. Inspira profundamente y mientras lo haces imagina que toda la energía del Universo penetra dentro de ti; al exhalar hazlo con fuerza, soltando el aire de golpe con la boca abierta y sintiendo cómo en ese gesto todo lo negativo abandona tu cuerpo.

Elementos AGUA y TIERRA
Purificación a través de SAL MARINA
En nuestras casas es frecuente utilizar como condimento de los alimentos sal marina (si no es marina no sirve para esta limpieza, ya que otros tipos de sales suelen obtenerse moliendo un tipo de piedras).
Hay que ponerse debajo de la ducha de casa (dejar el tapón del desagüe cerrado) dejamos que el agua recorra nuestro cuerpo desde la cabeza hasta los pies y una vez bien mojados tomamos en nuestra mano un puñado de sal que iremos extendiendo por todo el cuerpo (hay que tener extremo cuidado con los ojos ya que es muy molesta la sal dentro de ellos) el sentido que debemos seguir es descendente, primero la cabeza, cara y cuello, después los hombros, antebrazos, brazos y manos, a continuación la espalda y el pecho y así seguimos descendiendo hasta llegar a la punta de los dedos de los pies. Mientras estamos extendiendo la sal por el cuerpo podemos visualizarla adheriéndose a él formando una capa protectora. Una vez extendida por todo el cuerpo dejaremos correr nuevamente el agua sobre nuestra cabeza y a medida que recorre nuestro cuerpo, nos ayudamos con las manos a retirar la sal en movimientos circulares y de arriba hacia abajo. También es importante mencinar en voz alta la siguiente frase: "Señor mío y Dios mío, Seres protectores que me ayudais y protegeis, os ruego intercedais por mi para :Que por donde entre el bien, salga todo el mal" A continuación abrimos el tapón del desagüe y mencionando nuevamente esta frase observamos cómo el agua formando remolinos desaparece y con ella todo mal que pudiese estar en nuestro interior.

Elemento AIRE
Este es el elemento vital, sin él no podríamos vivir, ya que es el que "alimenta" de oxigeno nuestro organismo. Constantemente lo hacemos de manera involuntaria; es algo mecánico. Con cada inspiración entran dentro de nosotros energías renovadas y purificadoras. Al exhalar arrojamos fuera de nosotros todo lo que no necesitamos mantener dentro.
Aprovecha para hacer por un minuto una serie de INSPIRACIONES y de EXHALACIONES voluntarias. Visualiza el aire que entra por tu boca o nariz llenando tus pulmones, oxigenando el corazón, imagínate cómo el aire que entra es de color azul y va llegando a través de la sangre y sanando a su paso todas tus células deterioradas, después visualiza el color rojo y con ello vas a exhalar y permitir que todo lo dañino que hay en tu organismo salga fuera de ti.

Elemento FUEGO
Puedes utilizar velas, incienso, varitas de incienso o quemar aceites esenciales. Si vas a utilizar velas el color debería ser el morado, añil o en su defecto el blanco.
Advertencia: No dejes jamás una vela o llama encendida sin vigilancia, puede producirse un accidente.
Una vez elegido el método lo colocarás en un lugar seguro, apartado de cortinas o corrientes de aire. Debes desprenderte de tu ropa, dejar todo tu cuerpo al desnudo, prender la vela o varita de incienso. Deja por unos instantes que "la magia del momento te impregne" a continuación pasarás tus manos sobre el humo del incienso quemándose, o de la vela, etc. Una vez hecho esto las pasas por tu cabeza, y cara. Vuelves a pasar las manos sobre el humo y de nuevo las llevas a tu cuerpo, repitiendo la acción hasta cubrir todo tu cuerpo como si te estuvieras enjabonando. Puedes recitar un mantram, hacer una oración o simplemente dejarte seducir por ese mágico momento de limpieza en el que tu cuerpo va purificando por medio del FUEGO todo tu organismo, desterrando de ti todo mal que pudiera haber dentro. Es importante mencionar las palabras: "Que por donde entre el bien, salga todo el mal".
Aunque este sistema de limpieza se puede realizar en cualquier momento o época del año, cobra especial importancia realizarlo la NOCHE de SAN JUAN que se celebra el 23 de Junio (en el paso de la noche del 23 a la mañana del 24 de Junio -Festividad de San Juan-).
Hay lugares en que se celebra esta festividad encendiendo hogueras. Antes que la hoguera se consuma, es tradicional saltar el fuego e incluso hay quienes extienden una "manta de brasas al rojo vivo" en el suelo para despues caminar sobre ellas sin quemarse.
Este es un medio de purificación que requiere una preparación especial. No lo useis si sois novatos o no estais capacitados para ello.

Es mi deseo haber respondido a la pregunta y que a partir de este momento cuentes con varios elementos para ayudarte en el propósito de limpiar tu cuerpo de cualquier mal o presencia que te atormente.


Marín Hontoria -un amigo- hace la siguiente "postilla" a este "tip":


Somos lo que pensamos, atraemos lo que pensamos, el universo mira de cumplir nuestros deseos (ten cuidado con lo que pides te lo concederán), el resto son apoyos, refuerzos de nuestras peticiones. No basta formular un deseo de limpieza, sanación, abundancia.. . hay que sentirlo con todo nuestro ser, hay que desearlo, anhelarlo, potenciarlo con toda la fuerza de nuestra alma y corazón. Utilicen el método que gusten pero pongan todos sus sentidos y piensen y actúen como si se lo hubieran concedido. Visualicense limpios, sanos, alegres, felices, fuertes, amorosos,colmados... lleven a su vida todos sus deseos, sean un potente imán que atraiga bendiciones mil, aumenten su vibración de amor, refuercen su sistema magnético, brillen con la luz del sol y mantengan encendida la poderosa llama del amor que los defienda de todo mal.




domingo, 10 de junio de 2007

Tu mentor interno


¿Qué sucedería si tuvieras a alguien en tu vida que anduviera contigo a cada paso de tu camino, te amara incondicionalmente y te apoyara sin importar lo que sucediera, incluso cuando estuvieras equivocada? ¿Qué sucedería si te sintieras absolutamente a salvo, segura, cuidada y amada? ¿Estarías más dispuesta a aceptar los desafíos que la vida pone enfrente de ti? ¿Asumirías tu vida con mayor responsabilidad y plenitud?

Tu mentor interno forma parte de ti y está siempre ahí para ti. Si aún no te has encontrado con él, tómate unos momentos para guiarte en esta meditación:

1.- Relaja tu cuerpo y permítete estar plenamente presente, aquí, leyendo estas palabras, escuchando los sonidos a tu alrededor, sintiendo lo que sientes.

2.- Envía amor a cada parte de tu cuerpo: a tus pies, a tu espalda, a tus hombros... Se trata de enviar amor a cada parte de tu cuerpo hasta que lo sientas de los pies a la cabeza.

3.- Cada pensamiento que aparece en la pantalla de tu mente debe recibir amor. Visualiza cómo tu energía se concentra en el interior del centro de tu frente. Procura que cada pensamiento que generas esté lleno de la energía del amor que lentamente te va invadiendo. Ama tus creaciones principales, es decir, tus pensamientos.

4.- Despierta tu intuición y confía en tu destino y en tu capacidad de afrontar lo que venga desde ese espacio de amor.

5.- Piensa: "Soy un ser de paz. Tengo los recursos para vivir bien lo que me traiga la vida”. Todo se encauzará y te adaptarás del mismo modo que un río que se adapta al terreno y sigue fluyendo hacia su destino.

Esa parte de ti que te apoya y puede darte amor es tu mentor interno: es la conciencia y la intuición despierta. Simplemente necesitas estar conectada con esta parte de tu ser.

A medida que vayas pasando tiempo contigo misma de esta forma, encontrarás que tu inseguridad y tus miedos se desvanecen y aparecen nuevas posibilidades para ti.

(Se lo dedico a Nancy -por su pronta recuperación-)