¿Por quién darías tu vida?
Hoy ha sido un día bastante duro, pero no por el hecho de que he trabajado durante la jornada completa, sino porque hoy ha venido a mi una pregunta que me ha hecho entrar en conflicto conmigo mismo.
Mientras hablaba de otras cosas, y como si no quisiera la cosa, la siguiente cuestión me hizo plantearme de nuevo todo este sistema de valores que se supone llevamos a cuesta cada uno de nosotros.
¿Por quien daría, o sería capaz de arriesgar la vida, es decir, mi vida?
Pronto llegué a la conclusión de que en ese momento no estaba capacitado para responder, y no porque no supiera decidir, sino porque realmente no sabría qué hacer en ese mismo instante.
La verdad es que muy poca gente es sincera en este aspecto, pues realmente no existe tal altruismo, o tal egoísmo, pero por lo menos voy a ser sincero conmigo mismo, y voy a intentar aclarar dicha cuestión.
Tengo un especie de sensación que me hace ver que el hecho de dar la vida por alguien simplemente pasaría en condiciones extremas, pero también tenemos que tener en cuenta cuando ocurren condiciones extremas en nosotros.
Este es un tema largo y difícil de abordar, simplemente porque entran en juego todo tipo de artimañas y juegos verbales que hacen que nuestro ego salga victorioso aún a pesar de perder su propia existencia. Voy a intentar dejar a un lado todo ese tipo de juegos, pero por otra parte para que sepamos de lo que estamos hablando, y poder dejarlos a un lado, es necesario hacer constar de alguna forma que es lo que nos impide ser totalmente sinceros.
Empecemos: La vida, tal y como es, desnuda e infinita, no es nuestra, y por lo tanto no podemos seguir hablando de "nuestra vida". Es cierto que caben destacar millones de matices ante esta frase, pero vayamos poco a poco.
El hecho que nos hace pensar de una forma diferente, es decir, lo que nos hace pensar que esta vida es nuestra, es simplemente todo el sistema de valores que engendramos y evolucionamos hasta el punto de comparar las cosas para determinar que esto es mejor que eso otro, y empezar a considerar que aquello que nosotros consideramos de mas "valor" empiece a formar parte de nuestra vida, mientras que lo demás es simplemente algo totalmente irrelevante.
En breves palabras, primero conocemos las cosas que hay a nuestro alrededor, luego las comparamos, y finalmente, aplicamos nuestros "infalibles valores" para determinar que es lo que nos va a acompañar en este viaje vital. Y cuando nos preguntan, decimos orgullosos, "miren, esta es mi vida". Perdón por la siguiente expresión, pero vaya estupidez.
La vida no es nuestra, y no debemos seguir engañándonos, lo único que nos pertenece son nuestras ilusiones y nuestros objetivos, y eso, es realmente efímero, puesto que no hay un solo instante que sea igual a otro, y por lo tanto nuestras necesidades cambian al igual que nuestras ilusiones.
Es necesario comprender que lo que hagamos, simplemente lo hagamos por el mero hecho de hacerlo, porque si lo hacemos por un objetivo en particular, realmente estaremos desaprovechando nuestro valioso tiempo en la tierra, despreciando "inconscientemente", todo tipo de sensaciones que nos hacen vivir la vida al desnudo y sin equipaje, para que así podamos ir mas lejos. Pero bueno, no nos vayamos del tema.
Otro punto a tratar, es la decisión de arriesgar la vida por otra persona.
No puedo entender lo que algunas personas sienten cuando dicen que solo darían la vida por algunas persona a las que quieren, como si de alguna forma pusieran precio a las vidas dependiendo del grado de conocimiento que se tenga al respecto. O quizás despreciando toda vida ajena a su alrededor (no se que sería más oportuno).
En fin, el caso es que si se está dispuesto a arriesgar la vida (que por otra parte no es nuestra), se hace en cualquier circunstancia, y ante cualquier persona, y si no se está dispuesto no se hace por nadie. Pero el paso intermedio es realmente ruin. Explicaré el porqué...
Si logras ver que esta vida no es tuya, y que simplemente estas aquí para disfrutar de lo que "te toque", entonces estarás dispuesto a vivir en el momento y en el ahora, sin ilusiones ni objetivos efímeros, sino que el día a día, momento a momento, se convertirá en tu desnudez y tu infinitud, y en esa conducta no es necesario responder a dicha pregunta, porque solo en el instante que ocurra, sabrás lo que hacer o no hacer.
En esa conducta no hay un arriesgar, porque no hay nada que perder. Por lo tanto solo existe la acción que implica decisión madura, sin tener que pasar por el realmente degradante hecho de poner precio o distinción a las vidas.
Si no logras ver eso, hay varias opciones que pueden suceder. Una de ellas, es que en el momento en el que te ocurra esa situación extrema, estés preso de uno de esos efímeros objetivos o ilusiones, (que al final siempre terminan desilusionando), y simplemente estar así en un estado en el que aún no has descubierto el sentido de tu propia vida y decidas por eso aferrarte a lo conocido, que es la vida. Repito que en estos momentos uno es preso de sus objetivos, y por lo tanto de momento se esta dormido ante la verdad, y ese hecho, de alguna manera le convierte en el ignorante que sigue adelante.
Pero hay otra opción, y es la que más miedo me da, porque es la que demanda mas cobardía. Esa, es la opción de saber de alguna forma todo esto, y simplemente seguir comparando y poniendo precio a las vidas de nuestro alrededor debido a que no somos lo suficientemente inteligentes como para ir mas allá de nuestro propio orgullo, y nuestro propio egoísmo. Al parecer esta última opción está muy generalizada, y eso de verdad que me da pena.
Ese paso es realmente ruin, porque te hace ver que tan egoísta eres, y eso poco a poco te corroe y te pudre por dentro.
Yo no necesito arriesgar nada, ahora no tengo nada, pero es que tampoco será nada lo que me lleve en mi viaje mortal. Por lo tanto vivo el ahora intentando sacarle el mayor jugo posible a esta vida que no es mía ni tuya.
No necesito responder a esa pregunta, porque el momento aún no ha llegado, y realmente "pido fuerzas" para que cuando llegue, si es que lo hace, sepa decidir de forma madura.
Autor: Desconocido
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